lunes, 26 de febrero de 2007

Ese trozo de papel


La semana pasada me llegó a casa una carta de la universidad. Me avisaban de que ya podía pasar a recoger mi título por la secretaría de la Escuela. Hace ya más de cuatro años que defendí mi proyecto final de carrera y uno se pregunta porque es necesario tanto tiempo para imprimir un trozo de papel con cuatro letras mal puestas, que es eso que llaman “título”.
Dice la leyenda popular que los títulos universitarios los tiene que firmar el rey y que por eso tardan tanto en entregarlos. Siempre he pensado que entre tanta regata, tanto partido de fútbol y tantas vacaciones ese buen hombre tan estresado (debe de ser agotador llevar todo el día la corona de fiesta en fiesta) podía sacar un rato y echar cuatro garabatos en esos trozos de papel. Que al fin y al cabo uno tiene su corazoncito y está deseando ver plasmado el esfuerzo de tantos años.

Pero la verdad es que las leyendas solo son eso: leyendas. Hoy he podido comprobar que la firma del rey no aparece por ningún lado. Así pues no encuentro explicación razonable a que en este mundo en el que vivimos se tarde más tiempo en imprimir un papelucho que en construir un parque de atracciones, un rascacielos o una autopista de cinco carriles. Curioso, ¿no?

Hacía mucho tiempo que no entraba en la Escuela y hoy, al atravesar la puerta, me han invadido los recuerdos.

En ese histórico edificio, que Carlos III mandara construir en 1772 para albergar el museo de Ciencias Naturales, pasé más de ocho años estudiando, hasta que conseguí aprobar los seis cursos y el PFC (proyecto final de carrera) necesarios para conseguir ese papel que hoy iba a buscar.

Allí pasé muchos de los mejores momentos de mi vida y algunos de los peores. Dicen que la memoria es selectiva y es absolutamente cierto. Con el tiempo uno recuerda los amigos, las fiestas, las cervecitas de la cafetería, las partidas de mus, los partidos de básquet, las risas.... Con el tiempo recuerdas esa época como la más intensa de tu vida. No existía termino medio: o estabas borracho o estabas estudiando.

Pero hoy me ha dado por pensar en todo eso que la memoria intenta borrar. En los exámenes. En las miles (que digo miles, millones) de horas estudiando aquellos libros y apuntes. Los millones de problemas resueltos en aquellas hojas de sucio llenas de formulas y garabatos. En los veranos enclaustrado en una biblioteca mientras los colegas chapoteaban en la piscina. En aquellos momentos en que el corazón intentaba salirte por la boca mientras te acercabas a un tablón para ver si habías aprobado esa asignatura por la que habías sacrificado tantas cosas. En las maratonianas jornadas de estudio en las que ni dormías, ni desayunabas ni comías porque no había tiempo. En los horribles meses de Febrero, Junio y Septiembre. En el 65% de compañeros de mi promoción que abandonaron por el camino. En como me despedía de mis amigos como si me fuera a la guerra cuando llegaban los exámenes. En lo mal que lo pasaba cuando pensaba en que estaría haciendo ella mientras yo estudiaba aquel horrible libro de álgebra. En la mecánica de fluidos. En la física. En la termodinámica. En la economía. Las turbomáquinas. Las estructuras de hormigón. Las ecuaciones diferenciales. Los campos y ondas. La tecnología mecánica. La regulación automática. La electrónica. La metalotecnia. Ayyyy, la “metalo” de los cojones que casi me hace mandarlo todo a freír espárragos.

¿Y todo para qué?? Para conseguir ese trozo de papel que hoy me ha entregado el tipo malhumorado de la secretaría (han pasado los años pero a este no le ha mejorado el carácter) sin ningún tipo de solemnidad.

“Firma aquí”, me ha dicho.

Aprendí muchas cosas en esa Escuela de Ingenieros. Pero ninguna en los libros.

Cuando me he metido en el coche con mi "trozo de papel" ejerciendo de copiloto me he preguntado a mi mismo.

“¿Mereció la pena tanto esfuerzo?”

Y la respuesta ha venido sola a mis labios.

“NO”

8 comentarios:

Neke dijo...

Desde mi humilde y particular punto de vista solo te puedo decir que no todo está en los libros, pero tampoco todo está en la calle. Si de tu paso por esa facultad no aprendiste nada de los libros, que solo aprendiste de la calle, entendida como todo lo no-libros, entonces entiendo que digas que no mereció la pena.

Estudie C.Químicas por que me gustaba y la terminé por amor propio y no le he sacado ninguna utilidad a ese título. Años después estudié y acabé informática de sistemas. Ya casado y con trabajo e hijos así que imagínate el panorama. La mayoría de la gente me decía que ni tenía edad ni tenía tiempo para el tema. Cómo tu dices, muchas horas, muchos esfuerzos, muchos nervios, muchos reniegos, pero a mi si me preguntan contesto que SI, que si ha merecido la pena. Ahora trabajo como programador y me gusta mi trabajo, tanto es así que también participo en proyectos de software libre y en esos no veo un euro, solo por amor al arte.

Un abrazo.

Syl dijo...

Anda que ya te vale, mamonazo...tener que enterarme por casualidad de tu nueva aparición por el mundo de los blogs.

En cuanto al tema este del papel (que por cierto yo ni he ido a recoger todavía)...te diré que para mi valió la pena en cuanto a todo lo que viví y aprendí. Que si ha sido de total provecho para mi trabajo, pues no...pero desde luego sí pienso que me sirvió como base.

Yo, de mis años de carrera me quedo con la beca erasmus y la posibilidad de finalizar mis estudios en Londres...dios...que 365 días los de aquel año!!!

Besitos...y que sepas que me alegro mucho de saber de ti por estos mundos lirundos.

krismaran dijo...

¡Joder, si ya hasta el Teto tiene blog!... me estoy quedando totalmente desfasado, ya me lo dice Kris... jajaja.

Yo como soy un paletín y no he ido a la universidad no te puedo decir gran cosa sobre el tema, pero ya tuve suficiente con los años en el instituto y es que te puedo asegurar que la única pesadilla que me hace levantarme con sudores fríos, es soñar que tengo algún examen y que como siempre no había dado ni chapa... jejeje.

Un abrazo.

Yo mismo dijo...

Coooñooo, el TETOOO!!!!, avisa que tienes un bicho de estos de escribir, jajaja......si te sirve de algo, mis títulos no los he recogido, y ya hace casi 16 años!!! (la virgen) que terminé la carrera.....que por cierto, claro que sirve de algo, pero en ningún momento te enseña lo que te vas a encontrar al terminar....a un camarero convertido en alcalde corrupto, por ejemplo, o a algún banquero que empezó de botones (este sería el ejemplo medianamente positivo...)
Pero sí, es un papel que al menos para mí no representa nada de nada, yo solo me fijo en las personas, cada vez me importa menos lo que tengan....hala, ahí llevas el rollazo.....pa ser la primera vez que entro aquí ya me vale, jajaja
Saludos desde Málaga

ELMOREA dijo...

Pero....no aprendiste a jugar al mus o que?

Yo mismo dijo...

TEEEEETOOOOO!!!! Nada, este tío se inventa el blog, y ya ¡¡hala!!, hasta el 2.008.....qué zagal.....GATAZO, KRISMI, decirle algo...
Saludos desde Málaga

Tetovic dijo...

Uff, ¡¡pero si tengo comentarios y todo!! :-)

Boni, que no es que haya abandonado ya el blog, jeje, es que he estado toda la semana currando fuera de Madrid y hasta hoy no he podido volver a entrar.

Nekerun, supongo que a veces en esto de merecer o no merecer la pena depende mucho de si acertaste en la elección sobre los estudios y de tu experiencia profesional posterior a la universidad. Veo que en tu caso tu experiencia inicial parece similar a la mía, pero que tuviste la suerte de acertar a la segunda. Curiosamente yo me vi tentado por la informática de sistemas después de acabar mi carrera, pero finalmente me faltó la motivación suficiente para intentarlo.

Sylvie, ¿sabes qué ?? Una de las espinitas más grandes que tengo clavadas es la de no haber tenido la experiencia de estudiar uno o dos años en el extranjero. Curiosamente mi escuela era la que tenía mayor cantidad de intercambios con universidades extranjeras (en los últimos dos cursos el 40% de la gente era de fuera) y eran todo facilidades para estudiar fuera. Pero nunca me acabé de decidir. Creo que estaba demasiado acomodado en mi casa y tenía algunas “cosillas” que no quería perder por pasar uno o dos años fuera (lo normal eran dos años para obtener doble título).
Con la perspectiva que da el tiempo pienso que lo tenía que haber hecho y que eso debe de ser una experiencia acojonante. ¿Inventarán alguna vez la máquina del tiempo para que podamos deshacernos de los errores del pasado??

¿Qué pasa krisma?? Sorprendido de que me haya hecho un blog de estos, ¿eh??
Es curioso pero a mi me encantaba estudiar. Si pagaran un sueldo por estudiar creo que estaría estudiando carreras toda la vida. De profesión “estudiante”.
Y los exámenes... es algo muy parecido a un maratón o una carrera importante. Lo has preparado mucho, has sacrificado cosas, te has esforzado... y cuando te sale bien... la sensación de felicidad es indescriptible.

elmorea, ¿sabes que?? El mus nunca me acabó de interesar demasiado. Lo que de verdad me hizo perder muuuuucho tiempo eran las partidas de pocha. Yo creo que llegué a ser campeón del mundo de pocha.... ¿o esto lo habré soñado?? ;-D

La conclusión que tengo aceptada hace mucho tiempo ya es que el mundo laboral es realmente frustrante comparado con lo que uno soñaba cuando estaba estudiando. El nivel de exigencia es infinitamente menor, la información que manejas es infinitamente menor, el nivel de realización es infinitamente menor.... sospecho que voy a ser un eterno frustrado (laboralmente hablando) y lo peor de todo es que creo que empiezo a aceptarlo.

Bueno, chicos, me alegro de leeros por aquí. Cuando vuelva a tener algo que contar, tiempo e inspiración pondré una nueva entrada. De momento voy a ver si consigo ir dejando este pequeño sitio algo decente y me aclaro de cómo se manejan las diferentes opciones de personalización.

Besos y abrazos para todos.

Merak dijo...

pero esto qué es lo que es??? el único, el auténtico, el genuino.... ¡¡¡ER TETO!!
tiene delito que me tenga que enterar por terceros... o también se te borró de la memoria?? jejeje
bueno, chaval, feliz blog y un fuerte abrazo