domingo, 26 de agosto de 2007

Camino de Santiago I



A veces sucede que, cuando uno no lo espera, la vida nos tiene preparada una experiencia intensa, única e inesperada.

Mi intención siempre había sido hacer el Camino de Santiago entero y subido a una bicicleta. Pero el hecho de tener este verano cuatro días de vacaciones sin nada planificado me animó hace unos días, y de forma precipitada, a llevar a cabo una primera toma de contacto con el Camino realizando a pie y en tres etapas el trayecto León-Ponferrada.

Y así es como de forma absolutamente improvisada y sin ningún tipo de preparación me embarqué en esta aventura que, finalmente, me acabó llevando en 8 días desde León hasta la tumba del apóstol Santiago.

Por muchas cosas que hubiera escuchado a diferentes personas acerca del Camino nunca pensé, cuando salí en un tren de la estación de Chamartín camino de León, que estaba a punto de vivir una de las mayores aventuras de mi vida. Una aventura agotadora. Demoledora. Intensa.

El esfuerzo físico que he tenido que hacer para completar el trayecto ha sido enorme. Agónico por momentos. Para una persona que no está acostumbrada a caminar el reto era inmenso. Como inmensos han sido los dolores que he sentido en piernas y pies y que aún me acompañan en estos momentos.

Me resulta imposible recordar ahora la cantidad de personas que he conocido en estos días, la cantidad de pueblos y paisajes diferentes que han visto mis ojos, la cantidad de pensamientos y reflexiones en tantas horas de soledad, la cantidad de experiencias vividas en apenas una semana....

Pero lo voy a intentar.

1 comentario:

Yo mismo dijo...

Haaalaaaa!!! Todos los capítulos a la vez......quiyo!!!
Bueno, te leeré con muuucha paciencia, jajaja

SIERRA
Saludos desde Málaga